miércoles, 22 de septiembre de 2010

EL CONCEPTO DE IFA DEL SELF


A. TÌKARA- ENI - Los elementos del self

El fundamento de cualquier sistema de metafísica es el concepto del self. Dentro de muchas formas del cristianismo el self es generalmente considerado como "malo" o indigno. Es solamente por medio del proceso de aceptar un conjunto específico de creencias que el individuo puede encontrar la "salvación". En mi experiencia, esta visión del mundo, que no es consistente con las formas africanas de Ifá, ha tenido una sutil influencia en el culto a los en Occidente. Los mayores de Lucumí y Santería tienden a ver al individuo como alguien que está siempre en peligro de "enojar" a los Òrìsà. Como resultado, el proceso para evitar la cólera de los Òrìsà es hacerles ofrendas periódicas en un esfuerzo por tenerlos "contentos".
Debido a que los Òrìsà representan poderosas Fuerzas en la Naturaleza, me es difícil imaginar al Océano, al Fuego, al Aire o a la Tierra enojándose por las acciones específicas de cualquier individuo dado. La idea de que los Òrìsà están determinados a castigar a aquellos que los desobedecen, parece estar pesadamente influenciada por las nociones católicas de muerte, purgatorio y pecado original. En contraste con este conjunto de creencias, Ifá enseña que el mundo es un sistema equilibrado que funciona con su propio sistema de guía interno, que mantiene la armonía y el crecimiento. Es la tarea de cada individuo captar este orden interno, para luego vivir de acuerdo con sus principios inherentes.
En contraste con el cristianismo, Ifá no cree que los humanos están cargados con la "maldición de Eva". Ifá enseña que todos tienen un derecho de nacimiento de recibir las bendiciones de la abundancia, la buena salud y la familia. La forma en que estas cosas se ponen de manifiesto está basada en la idea de integrar todos los elementos del self.
"Tìkara-eni" es la palabra yorùbá para self. La palabra tìkara es una combinación de ti, que significa "de", ika, que significa "envolver" "mundo", y ara, que significa "cuerpo físico". La palabra eni, es "quien" en yorùbá. Entonces, el concepto de tìkara-eni se refiere a todos los elementos que componen la persona total. En Occidente, el concepto de self está frecuentemente limitado al ser físico y emocional. En Ifá el concepto del ser incluye al ser físico, al ser emocional, al ser espiritual y a la influencia de aquellas Fuerzas Espirituales que dirigen el destino individual.
En Ifá, el cuerpo es considerado la casa de la inteligencia tanto como de las emociones. Ifá enseña que ambas, mente y emoción, deben estar en alineamiento para que la vida prospere. Una vez que este alineamiento ocurre, el self tiene acceso al poder espiritual llamado àse. Cuando el self tiene acceso al àse, puede ser usado en un contexto ritual para crear el alineamiento con los Òrìsà. En términos simples, vivir en alineamiento con los Òrìsà significa vivir la vida en armonía con aquellas Leyes de la Naturaleza que sostienen la Evolución.
Ifá enseña que cuando el self experimenta un alineamiento con los Òrìsà, ocurre la conexión equilibrada entre el ser espiritual, físico y emocional. Esta experiencia es descrita como un acontecimiento regocijante, que motiva al cuerpo entero a celebrar por medio del movimiento. Esto está en marcado contraste con la percepción occidental habitual de la interacción con el Espíritu, que usualmente está basada en el miedo, la sospecha y el deseo de mantener el "autocontrol".

Durante la mayoría de las ceremonias dedicadas a los Òrìsà el movimiento regocijado se vuelve danza colectiva que ocurre enfrente a una estera. En el culto de Ifá, la estera es considerada un espacio sagrado. Es el lugar donde interactúan el reino del Espíritu y el reino de la Tierra. Cuando un venerador de los Òrìsà danza enfrente de una estera, se está rindiendo a la posibilidad de la posesión por un Espíritu. La experiencia de posesión por un Espíritu no es la intrusión de alguna entidad extraña. Desde la perspectiva de Ifá, la posesión por un Espíritu es un elemento clave en la integración del self total. Este punto de vista sugiere que la estera es un portal que permite el acceso humano a la dimensión invisible de la influencia Espiritual.
Desde un punto de vista simbólico, la estera representa la interrelación entre todas las cosas que existen en el universo. Danzar enfrente de una estera es un reconocimiento ceremonial de la creencia que dentro de la matriz de la Creación, todos y todo están conectados. Los hilos de todas las formas de vida están representados por las fibras entretejidas que componen todo el tejido de la estera. El concepto de la vida, tal como lo expresa Ifá, no está limitado a la vida animal. Se cree que todas las cosas que existen en el mundo tienen orí, que significa "conciencia".
Para comprender plenamente la dinámica de la transformación espiritual se requiere una explicación de los elementos que integran el tìkara-eni. De acuerdo a Ifá, todo el self es una integración de las influencias de ara, ègbè, orì, orì-inú, ìpònrí, y òjíjì.
1. ARA - El self físico.

El ara es el cuerpo físico y todos los órganos internos. De acuerdo a las escrituras de Ifá, formar el cuerpo físico es un esfuerzo conjunto entre las Fuerzas Espirituales conocidas como Obàtálá, Ajàlá-Mòpín y Ogún.
“Obàtálá” significa "Rey del Paño Blanco". El símbolo del Paño Blanco representa el poder de la luz de transformarse en materia. Debido a que la luz es la Fuerza Originaria en el Universo, todo lo que existe es descrito tanto por Ifá como por la ciencia occidental como una expresión de la manifestación de la luz.
La cosmología de Ifá está basada en la creencia en un universo teleológico. Teleología es la teoría metafísica en la que la evolución está guiada por designios conscientes. Las escrituras de Ifá enseñan que todo lo que existe tiene su propia forma única de conciencia. La conciencia, en su estado originario, es descrita por Ifá como la semilla o el àse (poder) de Obàtálá. Esto sugiere que la luz en sí misma es la manifestación originaria de la conciencia en el Universo.
En el dominio personal, Ifá enseña que el àse guía la transferencia de la información genética de una generación a la siguiente. Esto se hace tanto biológica como físicamente por medio de la luz la que está asentada en el núcleo de la conciencia humana. Es la chispa de luz en el punto centro de la conciencia quien crea la posibilidad de la conciencia de sí mismo. Debido a que la luz contiene los proyectos para toda la Creación, la conciencia humana tiene el potencial para acceder a esos proyectos y recobrar cualquier información que sea necesaria para sostener la vida.
Obàtálá es asistido en la tarea de crear conciencia por "Ajàlá-Mòpín", que significa "El poder de la luz para crearnos". De acuerdo a las escrituras de Ifá, Ajàlá-Mòpín moldea cada cabeza mientras se está formando en el útero. Esto no quiere decir la formación de la estructura física del cráneo. La tarea de Ajàlá-Mòpín sugiere que cada cabeza se forma de tal modo que estén previstas todas las posibilidades de lo que es llamado "ire" e "ibi". Ire es la palabra yorùbá para "buena fortuna", e ibi es la palabra yorùbá para "infortunio". Esta traducción es de alguna manera desorientadora en el contexto de la teología de Ifá. Decir que la cabeza fue moldeada para la buena fortuna sugiere que la persona en cuestión tiene el potencial para hacer completo uso de aquellos diversos elementos que sostienen la vida en la tierra. Decir que la cabeza fue moldeada para infortunio sugiere que la persona en cuestión no tiene el potencial para hacer uso total de sus recursos internos.
En términos psicológicos, la cabeza que fue formada para ibi sería similar a la de un sociópata, quien se define como una persona desprovista de cualquier forma de conciencia. La ciencia occidental no tiene explicación para la conducta sociopática. Ifá señala el origen de la conducta sociopática como uno de los componentes de opción individual que ocurre durante la creación de la conciencia individual entre los estados de reencarnación.
El papel de Ògún está en el moldear el cuerpo físico, particularmente los miembros. No hay traducción directa para la palabra Ogún, la que usualmente se traduce como "Espíritu del Hierro". Podría parecer raro asociar el hierro con la evolución física. Sin embargo, tanto los mitos de Ifá como la ciencia occidental están de acuerdo en que la vida en la Tierra comenzó en el fondo del océano. Las primeras formas de vida fueron bacterias unicelulares que se alimentaban de herrumbre. Cuando la roca hirviente del núcleo de la Tierra irrumpió a través del piso del océano, se enfrió y solidificó. Fue la herrumbre de estos depósitos lo que proporcionó nutrición para las primeras formas de vida que aparecieron en el planeta. La ciencia occidental llama a esto evolución biológica. Ifá lo llama la virilidad de Ogún uniéndose con la fertilidad de Olòkún, que es el Espíritu del Océano. De acuerdo con Ifá, la misma Fuerza Espiritual que transformó los minerales en animales tiene un papel activo en la formación del cuerpo físico.
El proceso de moldear la forma humana gana asistencia adicional de las Fuerzas Espirituales llamadas Aláàánú, Olóore, Súngbèmí, Mágbèmitì, Saaragaa y Ejufiri, que significan respectivamente El Misericordioso, El Dueño de la Bondad, Seas Más Cerca de Mi, El Lugar de Reserva de la Unicidad. Ejufiri no tiene traducción literal, pero sugiere que es el fundamento de la fuerza interior. Cada uno de estos Òrìsà es la fuente de características genéticas que son preservadas dentro de un linaje particular de familia. Como grupo, estas Fuerzas en la Naturaleza preservan tanto las formas internas como las externas de potencial que aparecen como siendo transmitidas a través de generaciones de descendientes.

2. ÈGBÈ - El self emocional.
Egbè es una palabra que es frecuentemente traducida como "corazón". Sin embargo, muchos conceptos de Ifá están basados en la idea de que lo que aparece en el dominio físico es sustentado por su homólogo en el dominio invisible. Una clave para entender el lenguaje de Ifá es el uso de dos palabras diferentes para describir lo que en Occidente podría ser considerado un fenómeno único. Por ejemplo, el órgano físico que bombea sangre a través del cuerpo es llamado "okàn" . Dentro del okàn existe un centro de poder que regula el flujo de emoción, el cual es llamado "ègbè". Debido a que la lengua castellana no tiene palabras para hacer esta distinción, ambas palabras son generalmente traducidas como "corazón".
La palabra ègbè es también usada para describir una colectividad religiosa. Cuando se usa en este contexto, el significado es similar a la expresión "El corazón del grupo". El doble uso de la palabra ègbè refleja la creencia Ifá de que las Fuerzas que existen en la naturaleza reaparecen en diferentes dominios del Ser. En otras palabras, la Fuerza Espiritual invisible que sustenta el corazón de un individuo también sustenta los corazones de una comunidad dada.
El concepto de ègbè está también basado en la creencia de que el poder espiritual es atraído hacia adentro del cuerpo por medio de varios centros de poder que regulan el flujo de fuerzas vitales entre el self y el Mundo. Estos centros de poder son llamados colectivamente Awùjè. Son similares al concepto de chakras del yoga. En el yoga, los centros de poder se alimentan de una forma de energía llamada prana. En Ifá, los centros de poder se alimentan de una forma de energía llamada àse. La palabra àse no tiene una traducción literal, pero sugiere o bien un orden o un comando o una sanción. Desde un punto de vista cosmológico, àse es el principio dinámico que lleva a la Creación a Ser.
Las enseñanzas esotéricas de Ifá describen el àse como entrando al cuerpo a través de la cabeza, boca, garganta, hombros, manos, pecho, los costados de las costillas, los genitales, la parte inferior de los muslos y los pies. El tipo de àse que es atraído a cada lugar es afectado por el Odù que controla una parte específica del cuerpo. Odù es la palabra usada para describir los versos sagrados de las Escrituras de Ifá, y cada Odù representa una forma originaria de energía con sus propias características únicas. Para aquellos que están familiarizados con los Odù, las correlaciones son como sigue:
1. Cabeza - Obàrà Méjì
2. Boca - Otúrá Méjì
3. Garganta - Iká Méjì
4. Hombro derecho - Irètè Méjì
5. Hombro izquierdo - Otúrá Méjì
6. Pecho - Odí Méjì
7. Caja toráxica derecha - Iwòrí Méjì
8. Caja toráxica izquierda - Oyèkú Méjì
9. Estómago - Ogbè Mèjí
10. Mano derecha - Osé Méjì
11. Mano izquierda - Ogúndá Mèjì
12. Genitales (masculinos) - Ogúndá Méjì
13. Genitales (femeninos) - Osà Méjì
14. Muslo derecho - Irosùn Méjì
15. Muslo izquierdo - Owórín Méjì
16. Pie derecho - Osà Méjì
17. Pie izquierdo - Ogúndá Méjì
3. ORÍ - El self consciente

Existen numerosas traducciones para orí, algunas de las cuales son mucho más apropiadas que otras según el contexto. En el uso común orí significa "cabeza". Sin embargo la traducción literal es más cercana al significado espiritual de la palabra. Orí está compuesto del prefijo o, que es el pronombre personal "él" o "ella", y el sufijo rí, que significa "percibir". De modo que más bien que significar solamente la cabeza física, sería más preciso entender la palabra orí como significando la sede de la percepción. En la terminología occidental, eso también podría significar la sede de la conciencia. El concepto de sede de la percepción se conoce en el Taoísmo como el "yo" incognoscible que existe en el punto central de la conciencia de sí. La disciplina espiritual de Ifá sugiere que al "yo" incognoscible descrito en el Taoísmo se puede acceder por medio de estados alterados asociados con la posesión en trance.
En Ifá, el orí es también considerado el altar sagrado personal que aloja la comunicación con las Fuerzas Espirituales que existen en el mundo. Esta conexión ocurre a través de tres centros de àse ubicados en la cabeza. Estos centros se llaman iwájù-orí, àtàrí y ipákó.

a) IWÁJÙ-ORÍ – La fuente de poder espiritual en la frente

La palabra iwájù-orí se traduce generalmente como "frente". Sin embargo, en el lenguaje de Ifá tiene un significado esotérico más profundo. Iwájù está compuesto del prefijo Ìwa que significa "carácter", y el sufijo jù que significa "superior". Esto sugiere que el centro de àse ubicado en la frente es la fuente de inspiración divina sobre los asuntos del desarrollo del carácter. Esto sugiere que iwájù-orí es similar al concepto místico oriental del "Tercer Ojo".
En las diversas formas del budismo, el Tercer Ojo es la fuente de la visión clarividente. La clarividencia se define generalmente como la capacidad de vislumbrar acontecimientos futuros. En yorùbá las palabras para "clarividencia" son o bien íran o àlá . La palabra íran se usa para describir tanto la visión normal como la visión mística. La teología define la visión mística como la capacidad de percibir las dimensiones invisibles que sostienen la unidad en el mundo. La palabra álà , que también significa "luz", se referiría a visiones clarividentes que llegan por medio de los sueños. Ifá describe estas visiones como llegando a través del orí, donde son percibidas por el ojú-inù u "Ojo Interior".
En Ifá, el iwájù-orí se considera el lugar de conexión entre el iniciado de Ifá y el Espíritu Elà. De acuerdo con la cosmología de Ifá , Elà es la primera reencarnación del Profeta Òrúnmìlà. Elà usualmente se traduce como "Pureza", y Òrúnmílà usualmente se traduce como "El Cielo es mi Salvación". Sin embargo, Òrúnmílà es también conocido con el nombre de alabanza Elèrí Ipìn, el que significa "Testigo del Destino". El nombre Elèrí Ipìn sugiere a la vez una conexión con la clarividencia y una asociación con aquellas tradiciones basadas en un "Ojo Místico". En términos simples el Iwájù-orí es el punto de acceso entre las conciencias del mundo exterior y la conciencia individual. Cuando esta conexión ocurre existe la posibilidad de experimentar aquellas visiones místicas que generan una guía profética para las empresas humanas.
b) ÀTÀRÍ - La fuente del poder espiritual en la coronilla de la cabeza.

Àtàrí significa "coronilla". También se refiere al centro de àse en el mismo extremo superior de la cabeza, o en la coronilla del cráneo. En las formas occidentales del yoga, esta área es generalmente mencionada como el chakra de la coronilla. Es en este punto que el individuo conecta su espíritu interior con la dimensión trascendental llamada Nirvana. En Ifá esta dimensión es llamada Làí-làí.
Cuando un individuo conecta su propia conciencia con el dominio del Làí-làí, tiene una experiencia de la Fuente de la Creación que es usualmente descrita como estando más allá tanto del tiempo como del espacio. Esto es una idea difícil de explicar, debido a que no se traduce fácilmente en palabras. Sin embargo, el concepto de Làí-làí, sugiere que hay una diferencia entre la comprensión intelectual de la unidad del Ser y la experiencia emocional de la unidad del Ser.
Históricamente, siempre que los místicos han intentado describir el contenido de su experiencia visionaria, lo han expresado generalmente o bien en lenguaje poético o simbólico. El propósito del uso de este tipo de lenguaje es la esperanza de que guiará a otros más allá del intelecto hacia una experiencia directa del dominio místico.
c) IPÁKÒ - La fuente de poder espiritual en la base del cráneo.

El Ipákò está localizado en la base del cráneo, donde el cráneo se une con la nuca. Es en este lugar en donde las Fuerzas individuales de la Naturaleza (Òrìsà) se unen con la conciencia individual. El iwájù-orí permite la visión mística, y el ipákò permite la posesión. Esto puede parecer una distinción sutil, pero tales distinciones son un aspecto importante del entrenamiento Ifá. Cuando un iniciado está realizando adivinación, la comunicación con el Espíritu es dirigida por medio del iwájù-orí. En cualquier momento en que un iniciado en los Òrìsà es poseído por su Òrìsà específico, el àse del Òrìsà entra al orí del médium a través del ipákò.
La capacidad del orí para recibir el àse de los Òrìsà es una función de la resonancia interna del orí mismo. En otras palabras, el àse de un Òrìsà en particular que existe en la conciencia de un individuo en particular, tiene la capacidad de atraer el àse de ese mismo Òrìsà tal como existe en el mundo. Esto puede ocurrir tanto en una experiencia visionaria, como en trance en una experiencia de posesión. La una no se considera mejor que la otra, simplemente tienen diferentes funciones rituales.
4. ORÍ-INÙ - El self interior.

En un libro previo definí orí-inù como "self interior". Esta definición es correcta, pero limitada. Si el orí es la sede de la conciencia, entonces el orí-inù es como un misterio dentro de un misterio. Es el self invisible dentro del self invisible, o, para usar la frase yorùbá, es el self que danza enfrente del self. Ifá enseña que aún después de que hemos accedido a ese punto central de nuestro ser, o la fuente de la conciencia, existe un misterio interior más profundo que continúa eludiéndonos. Es la tarea de todas las diversas formas de la iniciación a los Òrìsà y en Ifá revelar el orì-inù al orí.
Los antiguos sabios de Ifá han hecho un estudio muy concienzudo de los elementos que forman los fundamentos del self. Incluso han distinguido los diversos elementos que se unen para formar el orí-inù, o el self interior que está en el fundamento de la percepción de sí. Los componentes del orí-inù son àpárí-inú y Orí Àpeere.

a) ÀPÁRÍ-INÙ – La Fuente de la Consciencia

Apárí-inù está compuesta de la palabra apá, que significa "marca" o "señal", la palabra orí que significa "conciencia", y de la palabra inù que significa "interior". La más clara traducción sería "señal del Ser interior". Esto es una referencia a la disposición interna con respecto al proceso de construir el carácter. Ifá enseña que algunos orí llegan al mundo con una disposición hacia el desarrollo del buen carácter y que algunos orí vienen al mundo incapaces de captar fácilmente la importancia del desarrollo del buen carácter.
Aquellos que pueden abrir la fuente de la necesidad de construir buen carácter por medio de sus propios recursos internos desarrollan lo que se llama "èrí-okàn", que significa "testimoniar el corazón". En el lenguaje de Ifá testimoniar el corazón es tener una buena conciencia. Los que tienen dificultad en desarrollar èrí-okàn reciben tanto guía como limpiezas rituales para desarrollar esta conciencia.
Ambas tendencias emergen del àpárí-inù que está en el mismo núcleo de la conciencia de cada persona.
b) ORÍ ÀPEERE - Los patrones de la conciencia.

La palabra "orí-àpeerè" se traduce bien como el patrón, el ejemplo, o el signo de la conciencia. Ifá enseña que todas las cosas son creadas por patrones de energía llamados Odù. Los patrones de los Odù reaparecen a través de toda la Creación. Esto sugiere que patrones similares de energía en diferentes dimensiones de la Evolución tienen afinidad. Por ejemplo, el fuego en el centro del sol, el fuego en el centro de la Tierra, y el fuego en el fondo del horno del herrero, todos representan patrones de energía similares en diferentes dominios de la Creación. Ifá diría que el mismo Espíritu ha renacido en diferentes hogares.
Cuando cada individuo elige un destino, está en realidad eligiendo un patrón específico de energía, o Fuerza Espiritual para guiar su conciencia a través de una reencarnación en particular. La Fuerza Espiritual que encarna la conciencia de un individuo se vuelve luego el Òrìsà principal que es venerado en una vida en particular. A lo largo de reencarnaciones sucesivas el Òrìsà que moldea el orí àpeerè de un espíritu humano en particular cambiará, agregando capas de profundidad a la conciencia en evolución de cada alma que se reencarna.
c) ÌPÒNRÍ - El Self Superior.

El Iponrí se asocia con el concepto Ifá de Self Superior. Es una referencia a lo que Ifá describe como el doble perfecto de cada alma tal como existe en Òrun, o la dimensión invisible. Este es un concepto esotérico que sugiere que todas las formas de conciencia evolucionan a partir de una Fuente Originaria que existe en pureza sin diluir. En Ifá el propósito de todo crecimiento espiritual es mover el orí de la conciencia humana viva hacia una alineación perfecta con la conciencia eterna trascendente de la cual evoluciona toda la vida.
La función de la mayoría de las formas de trance usadas en Ifá es elevar la conciencia individual más allá del self de la experiencia humana, hacia el self que genera todos los ciclos de reencarnación. Este es un concepto difícil de expresar en términos objetivos, pero es un concepto que crece en claridad a medida que un individuo desarrolla la capacidad de funcionar como médium para los Òrìsà.

Cuando un iniciado comienza a captar completamente el significado del Ìpònrí, agrega una dimensión a la creencia Ifá de que cuando la vida de otra persona mejora, la vida de todos mejora. El fundamento metafísico para esta creencia es que Ìpònrí está enraizado a los Odù, y los Odù están enraizados a la Fuente de la Creación, lo que hace a todas las cosas una extensión del Uno.

B. ÌPÍN NKAN TÀBÍ TI ENÍKAN - EL CONCEPTO IFÁ DE DESTINO

Ipín nkan tàbí ti enìkan es la frase yorùbá usada para expresar la idea de destino. Es difícil de traducir literalmente, pero sugiere a idea de que las fronteras del self están determinadas por el corazón. Se usa una frase para describir el concepto de destino, porque el destino es una idea multidimensional. El concepto Ifá de destino es una integración de tres componentes conocidos como àkúnlèyàn, àkúnlegbá y àyànmó.

1. ÀKÚNLÈYAN - El concepto Ifá de opción

Akúnlèyàn es aquella parte del destino individual que es creada por la elección individual. Esto sería comparable con lo que se conoce en la filosofía occidental como "libre albedrío". En la metafísica Ifá , el libre albedrío incluye tanto aquellas opciones tomadas durante una vida como aquellas opciones hechas entre las sucesivas reencarnaciones.

Mientras la vida se desarrolla, el orí es afectado por elementos del destino que están predeterminados y elementos del destino que resultan del libre albedrío. En otras palabras, podemos escoger un destino y podemos escoger ignorarlo. Cuanto más un individuo ignora su destino escogido, más difícil se hace realizar ese destino escogido.
2. ÀKÚNLÈGBÁ - El concepto Ifá de libre albedrío

Akúnlègbá son aquellos elementos del destino personal que cambian como resultado de opciones hechas por medio del libre albedrío. Este concepto sugiere que algunas opciones que se hacen en el transcurso de una vida pueden limitar o expandir las opciones que se hacen disponibles desde ese momento en adelante. Por ejemplo, la decisión de no aprender a leer limitará el flujo futuro de información disponible para un individuo dado. Si esa persona ha escogido un destino como escritor, la decisión de no aprender a leer elimina la posibilidad de hacer real su potencial inherente como autor.
3. ÀYÀNMÓ - El concepto Ifá de predeterminación

Àyànmó son aquellos aspectos del destino que no pueden ser alterados. Dentro de la metafísica Ifá sería el momento predeterminado de la muerte. Ifá enseña que esta fecha no puede ser extendida, pero por medio de elecciones inadecuadas este día puede llegar prematuramente. En términos muy simples, el concepto de àyànmó sugiere que cada persona tiene un rango de potencial en ciertas áreas dadas que no puede ser extendido más allá de un cierto punto.
Dada la naturaleza del destino como se describe en Ifá, es posible tener un destino positivo que se ve perturbado por un desarrollo inadecuado del carácter. Ifá enseña que el evitar el desarrollo de buen carácter puede llevar a una disminución del potencial personal. Por eso las escrituras de Ifá dicen "iwá- pèlé ni àyànmó" , que significa "carácter es destino". La creencia de que carácter es destino pone un alto valor espiritual en la elevación espiritual del orí , porque el orí es el centro de control que guía el desarrollo de buen carácter.

C. A-PÉ-RÉ - El concepto Ifá de perfección

Las escrituras de Ifá describen el potencial humano diciendo "Orí ló kó won l'A-pé-ré", que significa "solamente el self alcanza el estado de perfección". La sugerencia aquí es que el orí continúa desarrollándose hasta que alcanza "A-pé-ré", que es la palabra yorùbá tanto para "logro" como "perfección". De acuerdo a las escrituras de Ifá , aquellos que alcanzan A-pé-ré viven en la ciudad sagrada llamada Ilé Ifè que existe en el reino invisible llamado Òrun .
Los que buscan A-pé-ré (transformación espiritual) están guiados por los conceptos Ifá de buen carácter. Las escrituras de Ifá son claras en cuanto a que el carácter no es una cuestión de riqueza o posición social. El buen carácter se considera un proceso interno que valora la honestidad, la limpieza y la preocupación por el bienestar de la familia en sentido amplio. Cuestiones tales como la posición social y la riqueza se consideran ser aspectos de àyànmó , que es el aspecto fijo del destino. Cuestiones tales como honestidad, humildad, y generosidad son aspectos de àkúnlèyàn que es el destino que puede ser llevado a cabo por el libre albedrío.
Estas ideas pueden parecer obscuras y sin importancia para aquellos que fueron criados con los conceptos filosóficos occidentales de destino. Sin embargo son tomados muy en serio por aquellos que practican adivinación y conducen rituales en la cultura tradicional yorùbá. Tres días después que un niño nace en una familia africana devota de Ifá- Òrìsà , los mayores de la comunidad llevan a cabo una ceremonia llamada iklò èdayè. Durante esta ceremonia, se practica una adivinación que revela los elementos fijos en el destino del niño. Si la adivinación indica poca cosa en el sentido de la buena fortuna, se advierte a los padres que presten especial atención al desarrollo del carácter. Esto es debido a la creencia de que el desarrollo de buen carácter puede literalmente cambiar el destino de una persona para mejor. Recíprocamente, el mal carácter puede cambiar el destino de una persona para peor. Es debido a esta dinámica dentro del desarrollo del potencial humano que la mayoría de los adivinos de Ifá examinan cuestiones de carácter cuando una persona que ha venido a consulta se queja de infortunio.
D. ÀTÚNWÁ - El concepto Ifá del renacimiento del carácter

La palabra àtúnwá es una contracción de àtúnbí, que significa "regeneración" y ìwá que significa "carácter". En Ifá la palabra àtúnwá se usa para describir lo que el misticismo oriental llama "reencarnación". En muchas tradiciones religiosas orientales, la reencarnación se define como el renacer continuo del alma. El concepto Ifá de àtúnwá es una creencia similar que incluye una compleja explicación de las Fuerzas Espirituales que están implicadas en el renacer del alma.
Es significativo que la palabra yorùbá para reencarnación utiliza la palabra ìwá. Esto es debido a que Ifá enseña que por medio del proceso de construir el carácter, tanto el individuo como la familia evolucionan. Esto significa que el concepto Ifá de carácter está relacionado con cuestiones de responsabilidad comunal. De acuerdo a Ifá , no puede haber crecimiento personal a expensas de otros, y cuando cualquiera en la familia en el sentido amplio deja de mostrar buen carácter, toda la familia sufre.
Cuando alguien de una comunidad yorùbá muestra mal carácter, un mayor le pedirá invariablemente que identifique a sus padres. Esto se debe a que el fracaso en vivir a la altura de las expectativas comunales se considera un fracaso colectivo. Cuando se identifica un tal fracaso, hay un considerable esfuerzo dentro de la familia entendida en el sentido amplio para solucionar el problema.
En términos metafísicos, el concepto de àtúnwá está en el fundamento del concepto Ifá de self. Esto es debido a que el principio organizador que crea la conciencia humana (orí) está unido con el principio organizador que crea todas las formas de conciencia. Cuando se capta esta unión por medio de la visión mística, el orí se hace consciente de su relación con el ìpònrí (self superior). El contenido de esta visión es la conciencia de que el ser eterno permanece incambiado a lo largo de todas las manifestaciones de àtúnwá (reencarnación).


Recopilaciones: AWO FA'LOKUN FATUNMBI

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