lunes, 30 de agosto de 2010

PANTEON YORUBA


Algunas veces los que estamos en esta hermosa religión no sabemos de la existencia de otros orishas o espiritualidades a las cuales les debemos respeto y que por ignorancia nos obstaculizan o paralizan nuestro camino.
Aqui les presento parte de lo que han sido mis recopilaciones durante estos 9 años de Ifa, y que con mucho gusto les entrego a cada uno de mis ahijados y amigos de la casa. Que lo disfruten

ABIKU
Los yorubas creen que hay una cierta clase de espíritus que se introducen en niños recién nacidos, provocándoles que mueran en la infancia según un plan preconcebido. A estos espíritus se les considera que son miembros de una fraternidad. Viven en los bosques, en grandes y sombreados árboles, el jefe de los cuales es Iroko.

Si alguno de estos espíritus se introducía en un niño recién nacido o en el útero, el niño moriría en su infancia. De aquí la palabra ‘Abiku’, ‘nacido para morir’. La explicación de esta creencia es que el espíritu ha recibido instrucciones de los espíritus de la fraternidad de Abiku de volver junto a ellos en una fecha determinada. Si una mujer pierde a varios hijos, se dice que ha sido afectada por los espíritus Abiku.

Estos espíritus deben ser, por lo tanto, aplacados. Deben encontrarse también medios para anular su influencia sobre el niño. La madre de un niño Abiku ofrece continuamente sacrificios de comida a los espíritus Abiku. La creencia oculta de este sacrificio es que los otros espíritus Abiku que no tienen el privilegio de introducirse en los niños, exigen generalmente una parte de la comida del niño para ellos, y obligan al niño a unirse a ellos comiéndose todas las partes esenciales de la comida que debería comerse el niño si no consiguen obtener su parte mediante las ofrendas de la madre. La madre del niño es, de esta manera, obligada a un gasto periódico para el sacrificio. Otro método de proteger al niño es el proporcionarle encantos y amuletos tales como anillos, Idès para los tobillos, muñequeras de cuentas, cascabeles, etc.

Se cree que el sonido de los cascabeles alejará de miedo a los malos espíritus, y que el amuleto protector impedirá que ellos le obliguen a encontrarse en su compañía. Se cree que también se puede salvar al niño si puede ser protegido más allá de la fecha prefijada para su muerte.

Desgraciadamente, esa fecha es siempre desconocida.

Si, a pesar de todos los esfuerzos, el niño muere, su cuerpo es maltratado, le son impuestas heridas y golpes que se cree que hacían huellas imborrables. A veces el cuerpo es hecho pedazos, y en todo caso debe ser arrojado en el monte. La idea que hay detrás de tales malos tratos, es que el espíritu Abiku sufre por eso y llega a ser incapaz de volver a entrar en un cuerpo humano...Pero, por suerte, ya estas practicas forman parte de un pasado que no volverá. Hoy en día la realidad es otra bien distinta y más humana.

AJA

Los Aaja, Aija o Ajija, es decir Genii, son buenos y espíritus amables para el hombre. Ellos enseñan a los hombres medicinas y hechizos en sueños y visiones. Ellos llevan a los hombres a los bosques, les enseñan medicinas y hechizos y les alimentan. A algunos hombres se les lleva para tres años.
La imagen que les representa para su adoración: los frascos o pequeñas botellas de hechizos y medicinas son reunidos juntos en un lugar o habitación.

Osanyin, el primer médico, es adorado de la misma manera ofreciendo
sacrificios a los frascos.

Casi todos los Yoruba estudian desde la juventud, medicinas, hechizos o
magias para vencer las dificultades de la vida.

Aja es una deidad benefactora. Se supone que ella es un espíritu que se llevaba a las personas a las que encontraba en la profundidad del monte con la intención de enseñarles las propiedades medicinales de hierbas y plantas. De esta manera, los así afortunados se convierten en médicos nativos. Ellos consideran a la diosa como su deidad tutelar y la adoran colocándole regalos de comida delante de “La vid Aja”, las hojas de la cual ellos utilizan frecuentemente con fines curativos.

La palabra ‘aja’ se deriva de la palabra ‘ye’ o ‘je’ del África Occidental, que significa “existir”. ‘Aja’, por lo tanto, significa “el que vive”. La diosa descrita por Bishop S. Adjai Crowter como “un hada” dice que “es diminuta de cuerpo, que lleva a personas al desierto y les enseña magia y toda clase de medicinas”.

ARONI

Como Aja, Aroni es un dios de las medicinas que vive en los bosques. A diferencia de Aja, sin embargo, se le atribuye tanto beneficencia como malevolencia. Es un gran admirador del valor. Cuando encuentra una persona valerosa, le lleva al interior del bosque y le trata amablemente, enseñándole el secreto poder que tienen las hierbas, plantas y árboles.

Cuando la persona se convierte en experta, llega a ser favorita del dios que le retorna al mundo como un médico con todas las de la ley, y le da un pelo de su propia cola como garantía de competencia en medicina. En su regreso como persona se convierte en un miembro altamente respetado de la comunidad.

Por otro lado, odia a los cobardes. A aquellos que huyen de él los devora inmediatamente. Tratándose de estas personas su malevolencia es implacable.

El dios ha sido descrito como un duende que tiene la cabeza y la cola de perro y sólo una pierna, las otras partes de su cuerpo tienen forma humana. Su monstruosa apariencia se la relaciona con el terror que se cree conmociona a las mentes cobardes.

El origen histórico de Aroni no puede establecerse definitivamente. La palabra Aroni está compuesta de dos palabras ‘ara’ y ‘oni’. ‘Ara’ significa “un nativo” y ‘oni’ se deriva probablemente de la antigua ciudad egipcia On (Annu). La palabra, significa pues “un nativo de On” y probablemente la supervivencia de una deidad relacionada con la famosa ciudad de On

AJESALUGA

Se ha señalado que el nombre significa “el que vive en Salug”. Salug es el nombre de un islote del Antiguo Egipto. Aje Saluga es por lo tanto la supervivencia de una antigua deidad egipcia.

En Yoruba es el dios de la salud. Comerciantes, y otros que activamente buscan la salud le adoran como su patrón, pero le consideran lleno de antojos y caprichos. En su opinión, no es verdad el refrán “el pájaro madrugador caza gusanos”, ellos dicen que Aje Saluga favorece a veces a la persona que va detrás como contra un ambicioso precursor. De aquí el proverbio yoruba “Aje Saluga fi eni iwaju sile, o se eni ehin li oge” (“Aje Saluga con frecuencia ignora a la primera persona en llegar al
mercado y colma al último de bendiciones”). Esto es, “la carrera no es para el más rápido”.

Se le considera también como un dios de buena suerte. El encontrar una gran concha de caurí en el camino se considera un signo de buena suerte, así como una concha de caurí es el emblema del dios.

No es correcto describirle como dios del campo. Granjeros y comerciantes en tintes y productos del campo le adoran, no como dios del campo, sino como el dios de la riqueza que también puede bendecirles con la buena fortuna de conseguir beneficios sustanciales de la venta de sus mercancías.

La civilización no ha conseguido borrar el último vestigio de la adoración de esta deidad entre los cultos de Yoruba. En ocasiones importantes, cuando se han gastado grandes sumas de dinero, es corriente oír gritos de ¡Aje O! ¡Aje O! que implica que tal gasto o lujosa exhibición solamente es posible por la bendición del dios, y que en tales ocasiones da una demostración práctica de su generosidad.

Más todavía, si a un vendedor callejero le son rechazadas por alguien las mercancías que ofrece, la respuesta corriente es “Aje”, que implica el deseo de que el vendedor pueda ser favorecido por el dios

ASO, AJE, ELERE

Mago (Oso), brujas (Aje) y compañeros del espíritu demoniaco de los niños, o el espíritu que ocasiona la muerte de los niños (Elere) son espíritus malvados.

Estos espíritus demoníacos han nacido de Esu Elegbara. Ellos viven en los bosques, y mantienen reuniones durante la noche sobre los grandes árboles Iroko, y esta es la razón por la que los sacrificios propiciatorios son hechos al pie del árbol Iroko.

Se cree que ellos despojan las riquezas a los ricos, causan desgracias y prematuros nacimientos (bebés sin vida), malos sueños, los trastornos de la menstruación, frecuente pérdida de un hijo por la muerte y renacimiento, y dolor o tristeza de algunas mujeres abrumadas en sueños por cohabitaciones de fuertes y antinaturales hombres.

Alguna gente por sus peculiares rasgos de carácter se cree que son brujas o magos

DADÁ

Dada y Sango llegaron a ser Alaafin de Oyo y eran muy amables. Dada era de una naturaleza muy apacible e hizo un rey débil, por lo tanto no reinó por mucho tiempo. Él amaba a los niños, la belleza y la decoración, (las mujeres le querían mucho) pero por esto, él no habría sido recordado.

Dada abdicó el trono y entregó la corona a su hermano Sango, solamente para tomar una corona inferior hecha de conchas de cauri. Él fue deificado por su bondad, elegancia y por la peculiaridad de su nacimiento, teniendo el pelo rizado y una peluca cubriendo su cabeza.

El objeto de adoración que le representa es una clase de hermosa corona hecha de conchas de cauri conocida como bayanmi. Todos sus adoradores tienen derecho a llevar esta corona en adoración pública. Él es adorado junto a Oranmiyan, Yemoja, Sango y Oya.

Dada es el dios de los niños recién nacidos, especialmente de aquellos que han nacido con pelo rizado. A tales niños se les llama Dada.

Periódicamente los padres de tales niños tienen que cocinar vegetales y judías en honor de los niños. De aquí que el dios llegue a ser considerado como el dios de los vegetales, y éstos tienen que ser usados para presentar sus respetos a los niños que se llaman como él.

La representación usual del dios es una calabaza ornamentada con conchas de caurí y coronada con una bola de índigo.

La palabra Dada es de origen egipcio. El nombre de la antigua deidad egipcia de la cual se deriva es Da. Esta deidad, junto a su asociada La, fue muy adorada en el Antiguo Egipto. Dada es una duplicidad de la palabra ‘da’. Ella sobrevive como el nombre de una deidad Yoruba que tiene muy poco en común con su homónimo del Antiguo Egipto.

IYAMI OSORONGA

La virtud de poder traer hijos al mundo que tienen las mujeres, ese hecho casi mágico, maravilloso que las acerca a lo divino, es y fue también motivo de temor en muchos pueblos antiguos, algo que antaño era inexplicable, por lo cual las mujeres siempre fueron vistas como poseedoras de cierto poder especial.

Se habla de la famosa "intuición femenina", pero más que nada, en todas las culturas hay una tendencia a transformarla en "bruja", en el sentido de creer que tiene poderes innatos para comunicarse con fuerzas más allá del alcance del entendimiento del hombre. El mito de la "bruja" que vuela en la escoba acompañada por pájaros macabros es casi mundial, con pequeñas diferencias según el lugar del mundo del cual hablemos.

También se relaciona la fecundidad con la misteriosa sangre menstrual, que es la marca que pauta la conversión de la niña en una mujer, de ahí en más será considerada también una "iyami", aquella que en cualquier momento dejará de tener la regla, hinchándosele el vientre, revelando que tenía en su interior la "calabaza de la existencia", el camino por el cual todos vienen desde Orun para Aiye. Más para confirmar dicha transformación en "mujer", se llevan a cabo los "ritos de pasaje" en los que las niñas-mujeres estarán aisladas durante varios días, alimentadas y vestidas de un modo especial, donde conocerán todos los secretos relacionados con las mujeres, los que serán debidamente impartidos por las ancianas de su comunidad.
OBA

Orisa femenino cuyo nombre significa "reina". Es la verdadera esposa de Sàngó de ahí que se le diga "reina" (la mujer del rey). Según la mitología es descendiente de la dinastía de los Orìsà funfun y hermana de Oya, pero al casarse con Sàngó habría pasado a formar parte de su clan. Como personaje histórico habría sido la hija del rey de Ila y se habría casado con uno de los reyes de Oyo para que hubiesen buenas relaciones entre ambos reinos.

Es el òrìsà del río Oba (río de la reina) en Nigeria, siendo también llamada Olóba (dueña del río oba). A Oba también se la asocia con el barro, las aguas revueltas y las almas. Es guerrera, pero menos agresiva que su hermana Oya y también menos coqueta. Dado que no tiene buen gusto al vestir, para agradarla se le saluda diciendo: "Èsó-oba" (¡ Reina elegante!) y como no es muy alegre se le dice: " Oba-siré " (¡diviértete reina!).

Muchas de las armas que posee Oba fueron obsequiadas a ésta por el propio Sàngó, pues también se destaca por ser una fuerte guerrera, del tipo tosco y corpulento, que en varias ocasiones lo defendiera.

Hay además varios tipos de caminos o pasajes de Oba, en los que puede ser pareja de Èsú-Elégbára u Ògún. A Oba le rendimos culto para que no nos golpeen, no nos rebajen, ni nos engañen.

Oba es una diosa río. Se la califica como la tercera mujer de Sangó, y se le identifica con un río que fluye cerca de Ibadan en dirección sureste hacia la laguna.

La palabra ‘o-ba’ se deriva de la antigua palabra egipcia ‘ba’ que significa “un alma o espíritu”. Con sus acentos invertidos significa “un rey” (el rey es considerado por los yorubas como el alma encarnada de la nación).




OBALUFON

OBALUFON era un nativo de la ciudad de Iyinde. Los Orisas y los hombres no tenían generalmente ropas, sino ramas y hojas para su protección. Él inventó la carpintería, el tejido de la ropa y el corte y confección, es decir, la costura con la aguja de mano. Había una peculiar manera de saludar a Obalufon cuando él estaba en su trabajo, y carpinteros nativos, tejedores, sastres y zapateros o nativos trabajadores Ieather (no curtidores) son saludados de la misma manera hasta hoy: Oju gboro o!, es decir: Yo deseo su vista clara! Y el contestaría como respuesta: Ooya a ya a., es decir: El que clasifica los clasificará.

Los siguientes son los objetos de adoración que representan a Obalufon:
Herramientas de carpintero para un carpintero, herramientas de tejedor para un tejedor, etc.

La identificación de Esu con Set también aclarará el origen y el carácter de una divinidad conocida como OBA’UFON u OBALUFON. La deidad ha sido descrita como “el dios de un imperio próspero”, “el dios de la paz del reino” o “el Señor del Habla”. El Dr. Farrow escribe así sobre la deidad:

“Aunque no es tan conocido como algunos de los otros, él es el poseedor de un considerable poder. Es la única deidad a la cual un sacrificio humano fue ofrecido públicamente durante la estancia del escritor en Abeokuta”.

El origen de la deidad y la razón del considerable poder atribuido a él puede se explicado en las mismas líneas que las dificultades ya explicadas.

Ahora el nombre griego para Set es Typhon, y no debería ser sorprendente si este nombre subsiste en el país Yoruba, en vista de la identificación de Set con Esu. El hecho es que la palabra Oba’ufon u Obalufon es parcialmente derivada de Typhon. La palabra puede ser dividida en dos partes: ‘oba’ y ‘ufon’ o ‘lufon’. La palabra ‘oba’ significa ‘un rey’ derivada de la palabra egipcia ‘ba’, que significa ‘un alma’, el rey siendo considerado como el alma encarnada del pueblo. La segunda parte ‘ufon’ o ‘lufon’ procede de ‘typhon’ (en griego PALABRA GRIEGA , ‘t-u-ph-o-n’, ‘ph’ es equivalente a ‘f’ en el sonido).

El nombre Typhon tiene que haber sido obtenido por los griegos de los fenicios, que identificaban a Set con Ziphon, el dios de las tormentas.

Cuando la palabra fue adoptada por los Yorubas, la letra inicial ‘t’ o ‘z’ fue suprimida conservando la regla de que todo nombre en Yoruba debe empezar con una vocal. A la palabra ‘ufon’ se le añade la palabra ‘oba’, y la palabra compuesta es ‘oba’ufon’ y es pronunciada de este modo en la actualidad por algunos Yorubas. La colocación de dos vocales juntas no es usual en Yoruba. Por lo tanto la letra ‘l’ es insertada por la eufonía y la palabra se convierte en ‘oba-l-ufon’. El nombre ‘oba’ufon’ u ‘obalufon’ es por lo tanto otro nombre para Esu y se deriva de Typhon, el nombre griego para Set o Sut.

En confirmación de la identificación que acabamos de hacer, debería hacerse notar que el cerdo, un animal cuya forma a veces toma Set en la mitología, tiene un nombre Yoruba que le asocia con Typhon. La palabra Yoruba para cerdo es ‘e-le-de’. Esta palabra se deriva de la egipcia ‘deb’ ‘perforar’ o ‘penetrante’. ‘Elede’ significa por lo tanto ‘el que perfora’ o ‘el que posee el instrumento para perforar’. Cuando se recuerda que fue en la forma de un cerdo que Typhon perforó el ojo de Osiris mientras cazaba por la noche, se hace obvia la razón por la cual los Yorubas dieron el nombre al cerdo.

‘Obalufon’ posee considerable poder porque es el mismo dios que Set o Shu, que es considerado como una personificación del poder y que ha sido identificado con Esu.

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